¿Fueron George Mallory y Andrew Irvine los primeros seres humanos en alcanzar la
cima más alta del planeta? Esta pregunta ronda en el inconsciente colecOvo desde que
desaparecieron en 1924 en su intento por ser los primeros en escalar el Everest, y
todavía hoy sigue siendo uno de los grandes misterios del alpinismo.
En estas páginas, SebasOán Álvaro va mucho más allá en su intento de encontrar una
respuesta. Desde una mirada periodísOca, personal y muy humana, nos invita a sacar
nuestras propias conclusiones sobre unos hechos y unos personajes que lleva
persiguiendo durante años y que se desarrollaron en un escenario que conoce de
primera mano. Esa mezcla entre su exhausOvo trabajo de invesOgación y su vivencia
personal es lo que hace especialmente rico este relato. SebasOán Álvaro nos sumerge
en el universo geográfico, mental y Isico de aquellos jóvenes exploradores británicos
que, tras sufrir en sus carnes el colapso del mundo durante la Primera Guerra Mundial,
cambiaron los fusiles por el piolet y se plantearon la escalada de la montaña más alta
de la Tierra como su mejor medicina para aliviar su alma del dolor de la Gran Guerra.
Un recorrido histórico por los inicios del alpinismo desde una visión románOca que
marcó el fin de la Gran Era de las exploraciones. No hay más certezas en esta historia
que la grandeza de sus protagonistas que, en aquellos remotos lugares extrañamente
misteriosos y desconocidos, se aventuraron con la firme voluntad de pisar el techo del
mundo.