Cuando un imperio se tambalea, nacen las leyendas
Mientras en las arenas de los circos y anfiteatros morían tanto héroes como cobardes, en los palacios imperiales, un puñado de hombres decidía el rumbo de la civilización. En el corazón de aquella tormenta, una mujer llamada Helena escribiría una de las páginas más extraordinarias de la historia. Siglos antes de ser canonizada, Santa Helena fue compañera y madre de emperadores, además de la mujer que logró lo imposible: que el símbolo de la cruz triunfara sobre el águila de Roma.
A finales del siglo III, el Imperio se desmorona en una crisis sin precedentes. Roma desata su furia contra los cristianos, las legiones luchan contra los bárbaros, y Helena sobrevive en un mundo plagado de conspiraciones y traiciones con la sola certeza de que su hijo Constantino está destinado a cambiar el rumbo de la historia.
Cuando se cumplen 1700 años del Concilio de Nicea, la autora de El olivo de los Claudio nos transporta al epicentro de la revolución más silenciosa y poderosa de la Antigüedad. Junto a Constantino y el sabio obispo Osio de Córdoba, Helena hará realidad la tolerancia religiosa tras siglos de persecución. Al final de sus días, como culmen de una vida extraordinaria, Helena emprende su último viaje: la peregrinación a Tierra Santa, donde descubrirá los lugares sagrados que sellarán para siempre su leyenda.
Con el pulso narrativo de los grandes maestros de la novela histórica, Mar Rodríguez Vacas recrea magistralmente una época de transición épica en la que el paganismo milenario cedió ante la revolución espiritual del cristianismo. Una historia de fe inquebrantable, de amor conyugal y maternal, de traiciones, amenazas y determinación femenina que cambió el mundo para siempre.