La visión de los números y las letras a través del Árbol de Vida nos permite penetrar en el misterio de nosotros mismos y de los demás con una mayor elevación y respeto. Somos todos seres divinos portadores de dimensiones infinitas que podemos y debemos fructificar hasta el final de nuestras vidas.
En esta obra, la autora nos propone realizar un paseo interior que nos ayudará a entender mejor quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos, las tres preguntas esenciales de nuestra existencia.
Un aspecto importante, incluir los apellidos de nuestras abuelas que representan la energía femenina en nuestra historia familiar, nos lleva a aceptar nuestras herencias familiares en profundidad, lo que somos, con gratitud, tolerancia y amor, liberando el potencial que todos tenemos, para así contribuir a la evolución planetaria con dinamismo y esperanza.